Esta joven empresa de Odesa compró la más avanzada tecnología digital para ofrecer productos de primera categoría. En la actualidad se encuentran con dificultades para pagarla, pero no quieren rendirse ni abandonar Ucrania.
Viktor Artyuschenko, propietario de New Media, nos cuenta cómo, a pesar de la caída del 90 % en sus ventas, pide a sus empleados que sigan yendo a trabajar. En primer lugar, porque es terapéutico, y porque confía en que después de la guerra su negocio pueda recomenzar.
Tenemos unos 35 empleados. La mayoría sigue en Odesa. El 50 % son hombres y el 50% mujeres. Varias de las mujeres se han ido a países como Noruega, Bulgaria o Rumanía, pero algunas pueden seguir trabajando a distancia. Nuestros equipos de contabilidad y ventas pueden trabajar a distancia usando un sistema CRM en la nube, porque no quieren abandonar sus casas, ni tampoco Odesa.
Mi familia, mi mujer y mi hija de tres años están ahora en Transnistria, en Moldavia. Tenemos a algunos vecinos allí. Es un país algo peculiar, pero está cerca, a dos horas de Odesa. Por eso decidimos que mi familia se trasladara allí. Mi hijo mayor está en Odesa. Tiene 19 años y es estudiante.
Comenzamos en 2014 como imprenta digital, produciendo materiales publicitarios como folletos, tarjetas comerciales, etc. Ahora tenemos tres impresoras industriales Konica Minolta. Son máquinas bastante grandes que pueden imprimir hasta 200 000 copias al mes. También tenemos una presa Konica Minolta AccurioLabel y una barnizadora MGI JETvarnish para embellecimiento.
Compramos la mayor parte de este equipamiento durante la cuarentena por COVID, porque pensamos que habría un crecimiento significativo después de la pandemia. Ahora tenemos mucha tecnología pero muy pocas ventas.
Cerramos durante nueve días cuando comenzó la guerra. Lo hicimos porque algunos misiles o bombas aterrizaron a unos 500 metros del taller. Fue por eso que cerramos y pedimos a nuestra gente que se quedaran en casa o que se acercaran a la frontera.
Pero a nuestros nervios no les va bien que estemos sentados en casa, escuchando las noticias y viendo una noticia o revista detrás de otra en Facebook. Fue por eso que retomamos el trabajo y nos pusimos a hacer algo. Debemos socializar en nuestro pequeño grupo.
Trabajábamos la mitad del día bajo el toque de queda. Y llamamos a todos nuestros clientes. Ahora estamos trabajando. En Odesa, nuestro alcalde y el gobierno pidieron a todo el mundo que volviera a trabajar, que fuera a sus oficinas, a sus talleres, que hicieran cosas. Así, la gente y los empleados entienden que la situación está bajo control. Es más terapéutico trabajar, hablar con nuestros clientes.
Todo el mundo ha dicho que sus ventas han descendido del 100 al 10. Es un 90 % menos que las ventas normales. Pero todos estamos trabajando. Tiene un efecto terapéutico.
Calculamos nuestros gastos e intentamos ver cómo rebajar los costes. Hemos hecho un nuevo contrato con Konica Minolta y detenido nuestros pagos por las máquinas. Porque Konica Minolta está muy interesada en el crecimiento de nuestro negocio, en su existencia. Nos dijeron: «Solo tenéis que pagar por el contrato de servicio, por el tóner y por las piezas de repuesto».
E hicimos un nuevo acuerdo, un acuerdo adicional con nuestros bancos por el préstamo que habíamos pedido. Además, recibimos un 60 % de descuento en el alquiler. Y nuestro gobierno impulsó la iniciativa de pagar una cantidad fija, unos 200 € por cada empleado, de manera que en marzo no tuvimos que pagarles tanto. He de decir que las ventas están creciendo en abril: si en marzo fueron del 10 % del volumen habitual, en la primera mitad de abril han sido de en torno al 20 %. Así, hemos podido pagar la mitad, no todo, del salario de nuestros empleados.
Por el momento, el transporte es muy complicado, porque muchas compañías como DHL o UPS han dejado de trabajar en Ucrania. Solo tenemos la empresa ucraniana Ukrposhta, pero están desbordados. Por eso, puede que necesitemos uno o dos meses para que todo se estabilice.
Nuestra factura media es de 15 USD o de 15 €, hasta 50 €. Es muy baja para incluir el transporte a Europa. Estamos pensando en cómo comercializar nuestra marca en Europa, porque creo que podríamos encontrar socios o clientes que nos hagan pedidos mensuales. Estaría muy bien para apoyar la economía de la empresa y a nuestros empleados. Así que en eso estamos pensando ahora. En cómo hacer una página web orientada a clientes europeos.
Podemos ser unos socios muy asequibles en cuanto a precios. No queremos trasladar nuestra empresa a Europa porque queremos a nuestro país y pensamos que, tras la guerra, tiene unas importantes perspectivas de crecimiento. Por eso queremos quedarnos aquí y trabajar aquí. Pero tenemos que apoyar a nuestros empleados durante de tres a cinco meses, o hasta finales de año.
Para conocer a Viktor y apoyar a New Media